Cuando pensamos en Feng Shui, muchas veces dirigimos toda nuestra atención al interior: el salón, la cocina, el dormitorio, los colores, la distribución de los muebles… Pero, ¿qué pasa con lo que está fuera?
En la Escuela Sólo Corazón enseñamos que el Feng Shui empieza mucho antes de cruzar la puerta de tu casa. El entorno exterior, lo que ves desde la ventana, lo que hay frente a tu entrada, lo que rodea el edificio, tiene un efecto directo sobre tu salud, tu estado de ánimo, tu economía y hasta tus relaciones familiares.

La energía no llega sola: llega desde fuera
La energía (Chi) entra a tu casa a través de la puerta principal. Pero ¿de dónde viene esa energía? Del exterior. De ahí que sea tan importante observar con atención qué hay alrededor:
- ¿Hay un hospital, una iglesia o un cementerio justo enfrente?
- ¿Tienes una carretera que apunta directamente a tu casa?
- ¿Ves casas en ruinas desde tus ventanas?
- ¿Vives al final de una calle sin salida o en una rotonda?
Todo eso condiciona la calidad del Chi que entra en tu hogar. Si lo que hay enfrente es armónico, vital y natural, la energía que entra es nutritiva. Si lo que hay enfrente es denso, caótico o triste… eso mismo es lo que alimentará tu casa.
Te cuento unos casos de cómo afecta
Una alumna vivía en un primer piso que miraba directamente a la fachada de una iglesia. Llevaba años arrastrando tristeza, sin razones aparentes. En cuanto analizamos su entorno, quedó claro: la energía que recibía su hogar era la energía de la muerte y la pena. Colocamos un parche con plantas y una barrera visual en su balcón… pero lo más importante fue que tomó conciencia. Al cabo de unos meses, se mudó a un lugar con mejor entorno y su estado emocional cambió por completo.
Otra familia vivía en una casa en medio de una rotonda. Les encantaba el lugar, pero había constantes accidentes en la familia, y todos sentían una inquietud extraña en casa. La rotonda canaliza una energía circular muy inestable, que son como “flechas”. Aunque colocaron árboles y una tinaja con agua como parche, terminaron cambiando de casa. Hoy están más tranquilos y sin incidentes.
¿Qué hacer si el entorno no es favorable?
Hay soluciones (parches) que puedes aplicar: girar la puerta, usar espejos con punto rojo, colocar plantas, muros o fuentes. Pero el primer paso es ver lo que antes no veías: observar con los ojos del Feng Shui.
Porque cuando tu entorno cambia, tu vida cambia.
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